LA ESCUELA ES LA VIDA MISMA
La escuela activa:
“La Educación es una función social
y una función individual”[1]
Según Dewey la educación es la
suma de los procesos por los cuales una comunidad trasciende sus poderes y
fines para asegurar su propia existencia y desarrollo. También es sinónimo de
CRECIMIENTO. O sea que es una constante reconstrucción de la experiencia.
No es una preparación para la vida
sino que ES LA VIDA MISMA, depurada. En ella se aprende a vivir.
“La
escuela es el ambiente natural del niño, donde éste aprende a vivir
directamente”[2]
Cuando decimos “ambiente natural” supone que no es un lugar donde solo se
aprenden simultáneamente lecciones que tengan una remota referencia a la vida
futura que tenga lugar en el porvenir del niño, sino también tiene que ser una
sociedad en miniatura donde el alumno
desarrolle un MÉTODO de trabajo basado primero en la experiencia directa, o sea
que desarrolle una actividad continua en la que esté interesado por su propia
cuenta.
Él se opone rotundamente a
considerar a la escuela como un lugar donde se educa por la instrucción
(concepción Herbartiana[3]) y propone su teoría de educar
por la acción. Esto es
aprender haciendo.
Para esto, se le debe plantear al alumno un problema auténtico dentro de una situación
como un estímulo para su pensamiento. Éste debe poseer información y hacer
observaciones necesarias para tratar el problema.
El alumno debe lograr soluciones
que salgan de él mismo. Esto lo hará responsable de que estas soluciones se
desarrollen de un modo ordenado.
El alumno debe tener oportunidad
de comprobar sus ideas por sus aplicaciones, descubriendo su significación y
validez.
Para Dewey no hay dualidad entre
el método y la materia de enseñanza. Ya
que el método es solo la combinación o
arreglo de la materia de enseñanza para hacerlo más eficaz.